Hace "años" que no he escrito nada, y hoy por asqueo de mi misma, me veo casi que obligada a retomar la escritura. La última vez que lo hice en este sitio, fue allá por el 2017. Por aquel entonces mis cosas internas eran otras. Mucho ha pasado desde aquel lejano 2017. Desde mi internación en el 2018 en una clínica psiquiátrica por un casi que infantil intento de empastillamiento, hasta el inicio de mi tratamiento hormonal allá por el 1° de Agosto de un muy lejano también 2020. Mi primera crisis de llanto, luego de sentirme "Heidy en las montañas" dándole consejos a todo el mundo, y muchas cosas más. Los cambios en mi cuerpo, que si bien fueron algo dolorosos, si que fueron bienvenidos. El ensanchamiento de mis caderas, el crecimiento de mis senos, y el "descubrir" que tenía sentimientos que hasta entonces yo desconocía. Pasé de no llorar nunca, a llorar y emocionarme casi por cualquier cosa. Los altos y bajos emocionales debido a mis antecedentes depresivos, que si bien no estoy tomando medicación, sí se hacen presente cada tanto. Sobrepensando las cosas una y mil veces en vez de "dejarlas pasar", y hacer de cuentas que es "solo una raya más a la tigresa". Una "tigresa" que a veces se cansa de luchar.
Pasé de ser una persona sumamente confrontativa, a ser casi que una "monja". Una persona pasiva y sumisa hasta por demás en algunas ocasiones. Y hoy en día me veo casi que agobiada por esa conducta que decidí inconscientemente tomar para evitar problemas (grandes problemas). Y los problemas siempre van a estar allí. Fue tal la necesidad de reinventarme, de buscar crear otra persona, que me "olvidé" de ser yo misma. Sencillamente a veces no sé quien soy, y eso me angustia. Hoy me veo en la necesidad de buscar un equilibrio entre aquella persona confrontativa que era, y lo tranquila (pasiva) que soy. Sin buscar y evitando los grandes problemas, dejando que el silencio a nivel exterior ponga todo en su lugar, y luchando a su vez con la guerra que hay en mi interior. Buscando claridad y pertenencia en mi. Una claridad que a veces se me complica encontrar debido a mi necesidad de ser querida y aceptada por personas ajenas a mi persona (por suerte en esto último he ido mejorando).
Hoy en día mi tristeza está pasando por mil cosas en mi cabeza. El no dejar de pensar en una amiga y ver qué me pasa exactamente con ella, que muy a menudo solo llego a una misma respuesta. No me pasa absolutamente nada. Y es esa respuesta lo que a veces me desconcierta ¿Cómo puede una persona sentir tanta conexión con otra sin sentir absolutamente nada más allá que una amistad pura y verdadera?
Tan solo espero de verdad, que la tormenta que hay en mi interior pase de una maldita ves, y que sea lo que tenga que ser, y que duela lo que tenga que doler, pero que pase, que cese.